Y trino...

mayo 26, 2010

Declaración de Amor

Ciudad que llevas dentro
mi corazón, mi pena,
la desgracia verdosa
de los hombres del alba,
mil voces descompuestas
por el frío y el hambre.

Ciudad que lloras, mía,
maternal, dolorosa,
bella como camelia
y triste como lágrima,
mírame con tus ojos
de tezontle y granito,
caminar por tus calles
como sombra o neblina.

Soy el llanto invisible
de millares de hombres.

Soy la ronca miseria,
la gris melancolía,
el fastidio hecho carne.
Yo soy mi corazón desamparado y negro.

Ciudad, invernadero,
gruta despedazada.

Bajo tu sombra, el viento del invierno
es una lluvia triste, y los hombres, amor,
son cuerpos gemidores, olas
quebrándose a los pies de las mujeres
en un largo momento de abandono
-como nardos pudriéndose.

Es la hora del sueño, de los labios resecos,
de los cabellos lacios y el vivir sin remedio.

Pero si el viento norte una mañana,
una mañana larga, una selva,
me entregara el corazón desecho
del alba verdadera, ¿imaginas, ciudad,
el dolor de las manos y el grito brusco, inmenso,
de una tierra sin vida?
Porque yo creo que el corazón del alba
en un millón de flores,
el correr de la sangre
o tu cuerpo, ciudad, sin huesos ni miseria.

Los hombres que te odian no comprenden
cómo eres pura, amplia,
rojiza, cariñosa, ciudad mía;
cómo te entregas, lenta,
a los niños que ríen,
a los hombres que aman claras hembras
de sonrisa despierta y fresco pensamiento,
a los pájaros que viven limpiamente
en tus jardines como axilas,
a los perros nocturnos
cuyos ladridos son mares de fiebre,
a los gatos, tigrillos por el día,
serpientes en la noche,
blandos peces al alba;
cómo te das, mujer de mil abrazos,
a nosotros, tus tímidos amantes:
cuando te desnudamos, se diría
que una cascada nace del silencio
donde habitan la piel de los crepúsculos,
las tibias lágrimas de los relojes,
las monedas perdidas,
los días menos pensados
y las naranjas vírgenes.

Cuando llegas, rezumando delicia,
calles recién lavadas
y edificios-cristales,
pensamos en la recia tristeza del subsuelo,
en lo que tienen de agonía los lagos
y los ríos,
en los campos enfermos de amapolas,
en las montañas erizadas de espinas,
en esas playas largas
donde apenas la espuma
es un pobre animal inofensivo,
o en las costas de piedra
tan cínicas y bravas como leonas;
pensamos en el fondo del mar
y en sus bosques de helechos,
en la superficie del mar
con barcos casi locos,
en lo alto del mar
con pájaros idiotas.

Yo pienso en mi mujer:
en su sonrisa cuando duerme
y una luz misteriosa la protege,
en sus ojos curiosos cuando el día
es un mármol redondo.
Pienso en ella, ciudad,
y en el futuro nuestro:
en el hijo, en la espiga,
o menos, en el grano de trigo
que será también tuyo,
porque es de tu sangre,
de tus rumores,
de tu ancho corazón de piedra y aire,
de nuestros fríos o tibios,
o quemantes y helados pensamientos,
humildades y orgullo, mi ciudad,

Mi gran ciudad de México:
el fondo de tu sexo es un criadero
de claras fortalezas,
tu invierno es un engaño
de alfileres y leche,
tus chimeneas enormes
dedos llorando niebla,
tus jardines axilas la única verdad,
tus estaciones campos
de toros acerados,
tus calles cauces duros
para pies varoniles,
tus templos viejos frutos
alimento de ancianas,
tus horas como gritos
de monstruos invisibles,
¡tus rincones con llanto
son las marcas de odio y de saliva
carcomiendo tu pecho de dulzura!


-Efraín Huerta-

mayo 21, 2010

May(be) Day

En primera instancia: cerrar los ojos y volar.

"Anytime, she goes away..."

(Ain't no sunshine)


¿Has sentido el golpe de aire pesado al salir de casa?
¿La dulce agonía de no saber qué dirección ponerle a tus pasos?
La gabardina huele a ceniza, que huele a horas, días departiendo palabras.
Una explosión no es necesariamente violenta...
si aprendes a leer con los ojos cerrados cada gesto.


Falta poco para que la llovizna me llene de herradumbre las ideas.
Cierro el libro y enciendo mi linterna de sueños.
Una almohada suelta sugiere libertades.

¿Has sentido cómo se te van llenando los pulmones de incertidumbre?
¿Y a los ojos se los come una plaga infinita de lágrimas?
A veces, en la noche, los diablitos salen a pintar nuevos cuadros en la casa.
El último, sin mí.

mayo 11, 2010

Get back

               "Ven a dormir conmigo: no haremos el amor, él nos hará"
                                                                                                         Julio Cortázar


Se va resbalando del tornamesa una nota única, de voz inapropiada y presencia inquebrantable.
No aparecemos delante de una gran montaña ni a la orilla de una hermosa carretera ribeteada de flores silvestres.Tampoco posamos a la salida de un gran concierto.
Estamos en el día a día, cuando nos inventamos,
cuando la crayola con mi nombre se deja tomar por una mano delicada y pequeña,
y un fantasma de risas -llamado también eco- llena la casa de música.

Voy a buscarte un nuevo nombre,
y volveré a dibujar tu silueta bajo la lluvia.
Sonreiré cuando vuelvas a decir:
"me gustas, nótese".
Y me quedaré dormida, con la respiración tranquila,
sonriente con seguridad.
Al despertar, seguiré buscando en mi disco duro el nombre del basquetbolista aquel...
¿Cómo se llama?

¿Volvemos a ver el amanecer a través de la ventana?

mayo 07, 2010

Go home

En primera instancia: cerrar los ojos y volar.

Madre, te debo no sentirme en casa.
I'm not at home, i'm not in myself
Tenía la firme intención de robarme un poco de costa,
ponerlo en la maleta
y ayudarnos a estar un ratito bajo la palmera,
en una hamaca recordando a los Sol.
Quise ir al mercado, relativamente cercano al hotel.
Quise también una casa modesta con niños
y un patio donde sentarme a verlos crecer.
Ambas cosas tan distantes ahora...
Become here where the life goes on
Le he puesto unas piernas en tacones
y una sonrisa oportuna a esa duda
que  me hace soñar con niños muertos por la noche
y hace que me enjugue las lágrimas insistentes
aún en la iglesia.

Hay algo a lo que no termino de pedirle perdón,
algo a lo que le estoy rogando mi libertad,
y también la felicidad de aquellos primeros días.
¿Así es esto, madre?

Es decir, tuve simulacros de ciclos cerrados antes
pero nunca creí que se tuviera que emplear la fuerza
para terminar de doblar la esquina.
Don't you love me anymore?

Quise ser esa fuente de energía inacabable,
siempre dispuesta
guerrera como te empeñaste en que fuera.
Lamento decepcionarte, madre.
No soy amazona, ni de mi hilo dorado
depende el futuro de esa bestia.
Ayer por la noche quise estar en casa
y me pedí un chocomilk bien frío.
Debiste verlo, mami.
Tengo tantas cosas para decirte...
Tengo muchas comodidades ahora
y me están sobrando
excepto el cuarto de baño.
¿Podría tener uno así alguna vez para siempre?
Terminé de leer y estoy cansada.
Ahora sí, cansada. ¿Me desconectas?
Déjame ir a la cama así, como estoy,
sin lavarme los dientes,
todavía con el disfraz de adulto.
Acúname en tu regazo
y acaríciame el cabello ahora suelto.
Por favor, por favorcito mami.
Estoy perdiendo todas mis batallas
y necesito un refugio
antes de sacar la bandera blanca de la paz.
Una noche y ni una lágrima más.


Quiero ser casa, árbol, canción y humo.