Y trino...

marzo 22, 2011

(interferencia)

En primera instancia: cerrar los ojos y volar.


Hubo una vez un hombre que hubiera hecho todo por verme bailar de placer.
Y lo alejé de mí.

Hubo una tarde en la que quise haberle dicho que sí, para hacerle frente a la soledad de su mano.
Hubo un minuto en el que tomé la decisión correcta, y lo dejé pasar de largo.

He aquí que sigo sola.