Y trino...

septiembre 04, 2016

No way no

Cuando a la luz del sol, aferrada a este abrazo, descansan el sudor y la fatiga de antaño, soy capaz de entenderlo todo: que las preguntas extenuantes jamás tienen una respuesta directa, que la marea sube y baja constantemente, arrastrando y trayendo nuevos amaneceres, diferentes caras y sitios reconfortantes.

No me preguntes por qué ahora siento paz en donde antes tuve una guerra insolente; sé que este no es mi sitio, que siempre habrá nuevos puertos, otras anclas, y nuevamente mareas llevándose todo en un santiamén.

Cada vuelta, cada adiós es un signo de interrogación. Tres desgraciados puntos para los que, como yo, queremos ser bilocuentes. Siempre entre ayer y futuro.

Presente jamás.